“This story shall the good man teach his son, And Crispin Crispian shall ne'er go by From this day to the ending of the world But we in it shall be remembered We few, we happy few, we band of brothers. For he today that sheds his blood with me Shall be my brother; be he ne'er so vile, This day shall gentle his condition.”
A quien no le gustan las películas de guerra? El ser humano, por naturaleza, se ve atraído al ver destrucción, desgracias, etc. Con tan solo mirar la página principal de cualquier periódico, o escuchar las noticias más impactantes, vemos día a día como no sólo el sufrimiento ajeno, sino la destrucción en sí, ya sea de cosas materiales o biológicas, llama nuestra atención.
En fin, dejando lo filosófico de lado, hablemos sobre películas de guerra. Si bien hay muy buenas películas sobre el tema en décadas pasadas (Tora! Tora! Tora!, Full Metal Jacket, Apocalypse: Now, se vienen a la mente), este género, que perdió su auge a finales de los 70s (creo que solo “Ran” y “Das Boot” resaltaron en los 80s), regresó con muchisima fuerza a finales de los 90s. El “boom” (o reboom?) fue causado por Saving Private Ryan, la cual apareció en 1998, generando grandes ingresos. Saving Private Ryan fue, en mi opinión, una película resaltante, que presentaba una historia interesante, además de secuencias de acción muy bien elaboradas (escenas como el desembarque de las tropas aliadas en Normandía se quedaron en mi memoria por mucho tiempo), además de adherirse a sucesos reales (la misma escena del desembarque en Normandía, por más horrible que parezca, debido a la cantidad de derramamiento de sangre, está muy apegada a los sucesos reales). Luego de de este film, dirigido por Steven Spielberg, vendrían muchos otros más, no necesariamente basados en la Segunda Guerra Mundial, pero basándose en el mismo género; tales como Black Hawk Down, We Were Soldiers, The Thin Red Line, etc.
2001 sería en año en que Tom Hanks, quien actuara en Saving Private Ryan como principal, diera a luz una miniserie, Band of Brothers, la más costosa hasta hoy. Estos diez episodios, de una hora de duración cada uno, narran las experiencias de Easy Company, perteneciente a la división de paracaidistas de la armada norteamericana, durante la Segunda Guerra Mundial. A su vez, esta miniserie está basada en el libro de Steven Ambrose, cuyo título es el mismo.
El primer episodio, titulado “Currahee”, da un vistazo al duro entrenamiento que E. Company tuvo que superar y soportar, bajo el mando del entonces Commanding Officer Sobel. Uno de los tantos ejercicios obligatorios era subir un monte, llamado Currahee (proviene del idioma aborigen norteamericano Cherokee, que, traducido, significa, pararse solo), casi a diario. Los episodios siguientes nos van mostrando cómo esta compañía, cuyos integrantes son, en su mayoría, civiles, termina convirtiéndose en una de las más importantes durante la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, vemos las vicisitudes que la compañía logra enfrentar, y superar.
Muchos se preguntarán la razón por la cual Band of Brothers terminó siendo una miniserie, en vez de una película de dos o tres horas; Esto se debe a que sigue fielmente al libro, el cual, a su vez, sigue fielmente a los sucesos reales. Ambos narran con gran exactitud los sucesos ocurridos (el libro, gracias a las entrevistas de Ambrose, al igual que la miniserie; además, Tom Hanks y Spielberg estuvieron intercambiando los libretos entre los verdaderos miembros de Easy Company para que ésta se mantuviera fiel a la realidad). Editar la película hubiera dejado muchas partes importantes fuera, sin mencionar que, quizás uno de los aspectos más resaltantes de la miniserie, es el desarrollo de cada uno de los individuos, y de la madurez que van obteniendo conforme se enfrentan a los horrores de la guerra. Otro factor importante es que, debido a que el protagonismo en sí recae sobre un colectivo de personas, en vez de ciertos individuos, hubiera sido prácticamente imposible mostrar esto en la duración promedio de una película. Y viendo ambos el libro y la miniserie, la edición del primero para que la duración del segundo terminara siendo 10 horas, me parece acertada. Casi ningún detalle importante queda fuera (obviamente, algunas cosas se perdieron, pero el “espíritu” del libro está intacto).
La miniserie en sí, específicamente, es espectacular. No hay otra palabra para describirla. Si gustan de películas de guerra, no hay motivo para perdérsela. Recuerdo que inicialmente, pensé que, al ser una miniserie, todos los escenarios se van a ver artificiales, y las actuaciones… en fin. Afortunadamente, ninguno de estos temores se volvió realidad, pues, como se mencionara anteriormente, el presupuesto de este proyecto ha sido realmente generoso. Y se nota. Las escenas de guerra son realmente impactantes, con nada que envidiarle a las recientes películas del mismo género. Al igual de Saving Private Ryan y muchas otras películas, la cámara es un “soldado más” en los sucesos, lo cual le da gran realismo. Los escenarios son espectaculares y muy variados (después de todo, Easy Company recorrió Francia, Holanda, Inglaterra, Alemania, y estuvo todas las temporadas de un año en el frente), así que podemos ver bosques, ciudades, campos, etc.
En total, Band of Brothers muestra un gran despliegue visual, que realmente sorprende.
Obviamente, lo anterior poco hubiera importado si la historia a relatar y las actuaciones no hubieran estado a la altura. Como se mencionó anteriormente, la edición del libro para ser presentado en esta miniserie es muy acertada, y, en realidad, los sucesos que los miembros de Easy Company enfrentaron, son más que dignos de ser relatados. Es realmente impresionante ver lo que tuvieron que afrontar, y ver cómo, luego de superar estas desgracias, cada uno de los miembros iba a madurando, o cayendo, en la larga travesía.
Los actores escogidos para los roles fueron elegidos específicamente por su similitud con los verdaderos miembros. Afortunadamente, no sólo el “look” rigió la elección del cast, pues cada uno de los actores cumple su papel de forma excepcional, añadiéndole veracidad a las escenas. Cabe resaltar la actuación de Damian Lewis como el Capitán Winters, Ron Livingston como Nixon, y Frank John Hughes como Bill Guarnece. La mayoría de los actores son casi desconocidos, pero esto no le quita méritos a ninguno de ellos, quienes mostraron gran habilidad al interpretar los roles.
La banda sonora también merece mención. Compuesta por Michael Kamen, la musicalización de la película es también muy interesante, y enfatiza y genera las emociones que puedan aparecer como resultado de las escenas. Es más, apenas terminé de ver la miniserie, tuve que conseguirme el soundtrack como sea…
Bueno, sí, resulta evidente que le he tirado flores a Band of Brothers, la miniserie, desde casi el inicio de esta reseña. Pero realmente se lo merece. Cualquier persona que muestre cierto interés en este género de películas, tiene que, obligatoriamente, ver estas diez horas de episodios, pues verán no solo elaboradísimas escenas de acción, sino que además, verán la guerra como la vio Easy Company, desde su inicio hasta el final, y ésta es realmente una historia que vale la pena contar.
Pero, y que hay del libro?
Ok, ok, se que prometí una reseña de ambos el libro y la miniserie, así que acá tienen.
El libro narra, como es de esperar, con más detalle los sucesos que Easy Company experimentó. Steven Ambrose dirige el libro con gran fluidez, utilizando grandes cantidades de citas de los propios miembros de la compañía, pero también añadiendo toques literarios, para que no resulte un típico libro de historia (ya saben, esos de colegio con harta fecha y pequeñas descripciones). El libro en sí es también una muy buena lectura, dejando de lado la faceta de un simple documento histórico, para convertirse en un relato muy interesante. Al igual que la miniserie, les recomiendo este libro.
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